Cuando hablamos de innovación política debemos iniciar con lo más importante y entender que la política se compone de múltiples elementos: comunicación, gestión, campañas, ejercicio del poder y otros muchos. Definir innovación política, es referirse a la eficiencia de todos los procesos que involucran y que repercuten en la sociedad.
Para innovar la política es necesario entender que la misma no se fundamenta en una ideología, no sigue un partido y, mucho menos, los deseos personales; modernizar la política necesita un estudio completo del campo, que evidencie lo que es necesario innovar para que las necesidades de los ciudadanos se satisfagan.
«El poder ya no es lo que era. En el siglo XXI, el poder es más fácil de adquirir, más difícil de utilizar y más fácil de perder. Desde las salas de juntas y las zonas de combate hasta el ciberespacio, las luchas de poder son tan intensas como lo han sido siempre, pero cada vez dan menos resultados» (Naim, 2013). La sociedad se ha debilitado tanto, que el poder de influenciar es cada vez mayor y los políticos no han perdido la oportunidad para usarlo. Esto es una consecuencia de la evolución de nuestras democracias, donde el tiempo ha conducido nuestros sistemas a un destino de fallas democráticas y demagogia interinstitucional.
Dicho esto, bajo mis conceptos hay cuatro puntos esenciales donde se debe generar la mayor innovación de las generaciones políticas actuales y próximas:
- La comunicación política: Los candidatos, gobernantes y actores políticos tienen como tarea primordial mantener en comunicación sus planes, proyectos, logros y opiniones, para así generar mayor confianza e impacto en la sociedad. Según Laura Andrés Tallardà, en los últimos 20 años la comunicación fue cambiando, pasó de lo análogo y elaborado a lo digital y digerible. Pero gran parte de los políticos perdieron su capacidad de comunicar efectivamente y otros aún no entienden cómo adaptarse a lo digital, sea cual sea el caso, la sociedad necesita que los políticos sean más humanos y comunicadores y menos políticos tradicionales que no usen la comunicación como una aliada.
«La capacidad de concentración de las personas se redujo a 3 segundos» (Qualman, 2019) y esto conlleva a que los monólogos cargados y con material intelectual ya no son la orden del día, los discursos cortos y contundentes generan mayor impacto y mientras más rápido entiendan esto, más rápido podrán adaptarse a la sociedad actual.
- La participación ciudadana: Las generaciones de los últimos 30 años han ido adquiriendo nuevos intereses, las estrategias de los 80s y 90s quedaron obsoletas, los discursos de antaño ya no funcionan igual, por esto se necesita de nuevos procesos que llamen a la participación ciudadana y a la movilización.
Los ciudadanos son por quienes los políticos deben de trabajar, recuperar su participación ciudadana en la toma de decisiones será fundamental para evitar que nuestras democracias mueran y terminen irreconocibles como modelos de gestión.
«Las nuevas plataformas digitales constituyen un ejemplo clave, porque brindan transparencia, cercanía y permiten abrir nuevos canales de participación fortaleciendo vínculos y cambiando la manera de comunicación y relacionamiento» (Ivoskus, 2021). Estos nuevos canales digitales les permiten a los gobiernos consultar la opinión ciudadana desde los medios digitales y es de carácter urgente iniciar la utilización de políticas públicas digitales con más frecuencia.
- La gestión: Uno de los principales problemas de la política actual es la opinión negativa de los ciudadanos sobre esta y la poca credibilidad, esto se debe a la forma de gestión que han realizado en los últimos gobiernos y a los grandes escándalos de corrupción en toda América Latina y otras partes del mundo. Para solucionar esto es necesario innovar la gestión, crear un sistema más fuerte anticorrupción y contra los escándalos administrativos que permitan a la sociedad creer en la política y ver a los políticos como un medio para mejorar su sociedad y entorno.
Las políticas públicas tradicionales y la forma habitual de gobernar no son compatibles con los sistemas de América Latina y sus necesidades. La institucionalidad y los programas objetivos en relación las urgencias de los ciudadanos son los factores que más debemos reestructurar para que la gestión en nuestro contexto actual sea efectiva y cumpla con lo que nuestras sociedades piden a gritos.
- La humanística: La política actual cuenta con una grave falta de líderes empáticos, personas sensibles con los problemas sociales y las necesidades de la población. Ser más humanos y menos burocráticos será la clave del impacto y llamado a la acción social de los próximos años.
La personalidad de los políticos como personas inalcanzables no es la imagen efectiva en favor de la democracia, los políticos deben ser más receptivos en cuanto a las necesidades y opiniones del pueblo, donde sientan las preocupaciones de la sociedad a la vez que identifican las mejores estrategias para cumplir con sus necesidades.
Las redes sociales son uno de los mejores canales para mostrar a los candidatos como seres humanos. Porque como dice (Sol, 2021) «En efecto, la hiperconectividad ha abierto una gran área de oportunidad a la humanidad para poder llegar a más personas, a más comunidades y muchas zonas a las que difícilmente se podría tener acceso sin la ayuda de la tecnología».
Estos cuatro puntos son esenciales a innovar pronto, sin esto la política seguirá avanzando hacia un futuro oscuro donde nuestras poblaciones estarán inmersas, cada vez más, en el atraso político y un ambiente inviable para todos los ciudadanos. Nuestros modelos democráticos actuales han pasado por distintas reconstrucciones y es indudable que en estos momentos es de carácter urgente la remodelación de los procesos democráticos.
Los consultores y actores políticos debemos reforzar las vías institucionales y políticas para que nuestras democracias sean más saludables y cuenten con los mecanismos efectivos para vencer las rupturas que vivimos en nuestro día a día.
Por: Jeremy Encarnación
Universidad Pro Educación y Cultura (UNAPEC),
República Dominicana
Jeremy Encarnación
Coordinador General del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Acción Pro Educación y Cultura (UNAPEC), Coordinador Nacional de Planificación y Estrategia de la Red Mundial de Jóvenes Políticos en República Dominicana, columnista y comunicador.
Especialista en comunicación, manejo de prensa, análisis y diseño de políticas públicas, análisis de procesos electorales y formulación de bases de datos.